VIVAS NOS QUEREMOS
DISCURSO WENDY MOIRA EN MEDIO DE UN CONCIERTO DE PUSSY RIOT EN MÉXICO
Buenas noches. Me presento. Yo soy la putita que camina sola por la calle a la hora que le da la gana. Yo soy la loca que se sube al vagón de hombres en minifalda, soy la provocadora que sale de noche a divertirse, a emborracharse. La misma que exige al estado su derecho de volver entera a casa. Yo soy la marimacha que se toma libertades de hombre, privilegios, empleos, placeres, puestos políticos de hombre.
Yo soy la pecadora, la del pañuelo verde. Yo soy la abuela victoriosa de la Plaza de Mayo. Yo soy hondureña. Yo soy Berta Cáceres. Eu sou brasileira, eu sou Marielle Franco y allí donde usted, Bolsonaro, abra la boca en contra de una negra, de una lesbiana, de una disidente… allí resonarán los 4 balazos que me atravesaron. Yo soy española.
Soy 8M y yo sí te creo.
Cuando Trump declara Grab the women by the pussy, yo me multiplico por millones y contesto Me too. Hasta que no quede un solo abuso sin denunciar. Hasta que paren los abusos de mi jefe, de mi tío, de mi esposo. Yo soy la transexual de la Merced. Ser yo en este país, es un acto heroíco. Yo soy yaqui, soy aymara, soy guaraní, soy Rigoberta Menchú, soy la Ramona, la comandanta, y te advierto: Mi cuerpo es mi primer territorio. Yo soy kurda, soy palestina, soy peshmerga, la que con el Código talibán prende fuego para calentar la trinchera. ¡Ey! Aquí sigo ¿Me reconoces? ¡Soy yo! Joacina, Metodia, Minerva. ¿Ya me olvidaste? Soy las 43 incansables madres. Más vale, señor Andrés Manuel, que cumpla su palabra, porque no me pienso mover de aquí hasta que con vida me entreguen lo que con vida se llevaron. ¿Te atreves a mirarme a los ojos? Soy el estado de México, soy Ciudad Juárez, soy una de las nueve mujeres* enterradas vivas cada día en este impune matadero que llamamos México. Estado, ejército, feminicida, pudiste violarme, desaparecerme, pudiste descuartizarme. ¡A miles de cruces rosas, pudiste clavar mi carne!. Pero escúchame bien, yo que soy semilla, cenzontle, yo que soy piedra volcánica…Te doy mi palabra. Vienen tiempos de resistencias, de insurrecciones. Vienen tropas de poetas, caravanas de madres. Porque no duele que nos rompan los huesos como duele, de quienes miran, el silencio. Yo que soy Coatlicue, mapuche, amazona, yo te doy el honor de mi palabra. Mi palabra de hija, de hermana. Sobre la faz de la tierra, no habrá “fuerza que amordace este grito: ¡Vivas nos queremos! ¡Ni una menos!”