Okupa Casa de Refugio Ni Una Menos

Ilustración de Brenda MuroSeptiembre 2020 - Mensaje plasmado dentro de la Casa Refugio Ni Una Menos

Ilustración de Brenda Muro

Septiembre 2020 - Mensaje plasmado dentro de la Casa Refugio Ni Una Menos

México tiene el primer lugar en feminicidios de Latinoamérica 

Cada hora ocurren 15 violaciones 

Cada día ocurren 11 feminicidios 

97% de estos quedan impunes 

De acuerdo con la ONU la violencia doméstica contra la mujer ha aumentado un 60% durante la pandemia. Este dato proviene de cifras oficiales que demuestran un incremento considerable en las llamadas de ayuda, así como el flujo de búsquedas relacionadas con el tema.  

Ante estas cifras alarmantes y la inacción por parte del gobierno, a partir del 6 de julio del presente año un grupo de madres de hijas víctimas de feminicidio y desaparición forzada realizaron un plantón frente a Palacio Nacional para exigir justicia sin obtener ningún tipo de respuesta. 

El 2 de septiembre Marcela Alemán y Silvia Castillo madres de víctimas, decidieron manifestarse amarrándose a una silla exigiendo justicia dentro de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el centro histórico de la Ciudad de México. Ambas madres pasaron la noche al interior de las oficinas y diferentes grupos feministas comenzaron a apoyar la protesta. 

El 4 de septiembre el frente “Ni Una Menos México” con el apoyo de Bloque Negro tomaron de forma pacífica las instalaciones con el fin de convertirlo en un refugio para víctimas.  Durante la toma, se intervinieron 4 pinturas de “héroes de la democracia” como Franciso I. Madero, Hidalgo, Morelos y Benito Juárez, lo cual para variar causó indignación entre la sociedad e incluso el presidente mencionó: “entiendo el dolor de las víctimas y respeto las manifestaciones, pero no estoy de acuerdo con la violencia y el vandalismo”. Por ello las colectivas decidieron subastarlos para obtener fondos para ayudar a las familias afectadas. 

Las madres de víctimas de violencia de género y desaparición forzada exigen lo siguiente:

  1. Atención a víctimas de violencia de género

  2. Acceso a servicios médicos

  3. Implementación de un programa de despensas para las víctimas colaterales, hijos de las víctimas de feminicidios

  4. Oportunidades laborales con perspectiva de género

  5. Reasignación del presupuesto para la Alerta de Violencia de Género

  6. El retiro de la campaña “cuenta hasta diez”

  7. Castigo a los responsables de delitos en contra de la mujer

  8. Atención inmediata a los expedientes olvidados.

El 7 de septiembre se arrancaron placas de la CNDH y se colgó una manta con el nuevo nombre de la institución: Casa de Refugio Ni Una Menos México y anunciaron que a partir de este día se daría asesoría legal y psicológica a mujeres víctimas de diversos delitos y se invitó a madres y mujeres de todo el país a solicitar ayuda en este recinto.  

Durante la tarde del jueves 10 de septiembre integrantes de Manada Periferia ingresaron de forma pacífica a las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado México que se encuentra en Ecatepec (el municipio que registra más feminicidios en el país) para solidarizarse con las compañeras que se encontraban en la Casa de Refugio Ni Una Menos. Sin embargo, fueron desalojadas con uso excesivo de la fuerza esa misma noche. 

El 14 de septiembre se llevó a cabo la primer “anti-grita” una protesta en contra de la celebración del grito de la independencia de México. Con la consigna “nada que celebrar”, cientos de mujeres se reunieron fuera de la Casa de Refugio Ni Una Menos para exigir justicia por las víctimas de feminicidio, violencia sexual y desaparición, así como la represión policial. Entre fuego y humo violeta, se coreó el “himno feminista” de Vivir Quintana: Canción sin miedo y desde el balcón de la Casa de Refugio Ni Una Menos se escuchó: “para todas las madres, todas las víctimas, no es un grito de alegría, es un grito de desesperación”. 

Como de costumbre, el 15 de septiembre el presidente salió al balcón del Palacio Nacional y por primera vez se llevó a cabo la ceremonia patriótica sin asistentes para evitar conglomeraciones. Esta acción generó disgusto entre las colectivas y con la consigna “no hay independencia donde hay feminicidios” se generaron manifestaciones en varios estados del país como Oaxaca, Guanajuato, Estado de México, Morelos y Campeche.  

Después de dos semanas de la toma de las instalaciones y por diferencias entre las dos colectivas principales, el frente Ni Una Menos decidió abandonar la Okupa dejando a Bloque Negro y a algunas familiares de las víctimas dentro. 

El 28 de septiembre, día de acción global por un aborto seguro, legal y gratuito, comenzó con un discurso de Claudia Sheinbaum, la primera jefa de gobierno electa en la Ciudad de México, que desacreditaba las recientes acciones en la Casa de Refugio Ni Una Menos, creando un presunto vínculo entre una activista y una empresa privada que “financiaba” la toma de la CNDH. 

No obstante, durante la mañana, el colectivo Marea Verde tapizó de pañuelos verdes la explanada del monumento a la revolución y se realizó un filtro en Instagram para visibilizar esta petición también en redes sociales. Esta acción se movilizó con el hashtag #QueSubaLaMarea. 

Más tarde miles de mujeres marcharon para exigir la interrupción legal del embarazo en todo el país. En la Ciudad de México luego de 10 minutos de la avanzada que pretendía llegar al zócalo, las manifestantes fueron encapsuladas por miembros de la policía federal. El encapsulamiento duró 4 horas, las autoridades se auxiliaron de gas pimienta y vaciaron cientos de extinguidores para reprimir la manifestación. Sin duda un día gris que marcó la historia del movimiento feminista en México. 

Vivimos en un país con instituciones sordas que nos obligan a acudir a acciones drásticas para ser escuchadas.

En donde las madres de víctimas tienen que amarrarse a sillas para obtener atención, en donde la policía nos encapsula, nuestra jefa de gobierno nos criminaliza y en donde grupos feministas en búsqueda de justicia toman la Comisión Nacional de Derechos Humanos que de derechos no tiene nada y de humanos menos. 

Termino este texto inspirada en un mensaje que Águeda envío en uno de mis grupos de apoyo. 

“A pesar de todo, aquí seguimos y aquí seguiremos. Desde hace meses contamos con cobertura mediática. Que hablen mal, que hablen bien, pero que hablen. De cualquier modo, hoy somos visibles, incomodamos, inspiramos, conmovemos, soportamos, vinculamos, estamos y ESTAMOS VIVAS. Día tras día vemos noticias… otra desaparecida, otra descuartizada, otra violada... Es una tristeza, pero al fin es una tristeza visible. Ya no estamos en silencio, ya no estamos borradas.

El dar visibilidad a la problemática hace que ya no sólo sea un problema individual de la víctima, sino que el victimario tenga que huir, tenga que buscar ayuda. Ya se les está señalando y eso lo celebramos y desde aquí debemos seguir avanzando. 

La comunicación pública de esta problemática será lo que cambie a la sociedad, es lo que la está cambiando (aunque a veces no lo alcancemos a ver).

Veamos las estrellas en medio de la obscuridad, porque nos tocará ver el principio del amanecer y del despertar”.

https://www.eleconomista.com.mx/politica/La-violencia-si-incremento-en-la-cuarentena-mas-llamadas-de-auxilio-y-mas-busquedas-en-Google-20200524-0002.html 

https://www.anred.org/2020/09/08/feministas-toman-instalaciones-de-la-cndh-de-mexico/

Sol Rodríguez & Brenda Muro (Imagen)

Sol Rodríguez

Nací en Guadalajara pero mi espíritu nació en el mar, soy una mujer cis, recién reconocida como bisexual que creció en un ambiente familiar cálido. A pesar de las limitantes económicas mis padres siempre buscaron darme una educación que me permitiera ser libre y consciente y consideraron que ésta sólo existía en escuelas privadas. Estudié mercadotecnia en tres universidades, en tres países diferentes. Me gusta leer y en las letras ajenas encontré mi pasión por escribir. No tuve una formación académica del feminismo, sin embargo, soy muy sensible a las injusticias y me gusta pensar en que se puede construir un mundo más seguro y equitativo para nosotras. 

Brenda Muro

Soy una mujer cis hétero del Estado de México. Tengo 23 años y me gradué de Diseñadora gráfica hace un año. Actualmente trabajo en una plataforma de educación en línea como diseñadora, y en mis tiempos libres ilustro y leo el tarot.

Fui a una escuela católica de niña, por lo que crecí alimentada de creencias patriarcales, racistas y discriminatorias. Fue hasta la universidad que empecé a adentrarme dentro del feminismo y me sigo deconstruyendo. Me apasiona la astrología, la magia y las historias de terror.

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